Descripción

Se decide restaurar el forjado del porche de la vivienda por los problemas de corrosión en la estructura de perfiles metálicos “T” existentes.

Se trabajará desde el interior colocando los perfiles de refuerzo y uniéndolos entre si con pletina lo que evitará tener que desmontar todo el porche pero sin comprometer la seguridad estructural de todo el conjunto.

Con este método evitamos levantar toda la superficie del porche de forma que inutilizaría la puerta de entrada a la vivienda y además evitamos una obra mucho más “sucia” e “incómoda” para los propietarios.

Actualmente el sistema constructivo es de perfiles metálicos “T50” situados cada 72 cm. que sujetan rasillones cerámicos. Encima de los rasillones existe una losa sin armadura de refuerzo y encima de esta el solado de baldosas cerámicas de barro.

Para la restauración se ha optado por reforzar la estructura existente insertando nuevos perfiles a ambos lados de los perfiles originales, de forma que pasen a colaborar con la estructura ya existente y en caso de que algún perfil original corroído colapse el conjunto no vea comprometida su seguridad y estabilidad.

Se realizará también una losa con su correspondiente mallazo de refuerzo y por último se procederá al solado de la parte que ha sido levantada, buscando unas baldosas lo más similares a las ya existentes.